Desde siempre el hombre ha sido una criatura maravillosa, ha creado, construido, edificado, inventado; pero en la medida en que construye puentes al infinito, también destruye a su paso y en forma desgarradora todo aquello que lo rodea.
El deporte, por ejemplo; suponemos que el deporte es un medio de recreación, de mantener la salud física y mental, una manera de relacionarse pero con el correr del tiempo aparecieron deportes sanguinarios como la lucha libre, el boxeo y la caza de animales no comestibles, sin contar las peleas clandestinas y muchos otros ejemplos. También hemos usado el deporte como excusa para sacar ese odio acérrimos del hombre hacia sí mismo, ahora después de un partido de fútbol, esperamos el anuncio de titulares fatídicos, cuántos muertos hubo, disturbios fuera y dentro de la cancha, peleas entre jugadores, etc.
Con el Internet sucede algo similar, desde que fue creado en 1969, ha evolucionado en tal forma que se ha convertido en una herramienta de comunicaciòn interglobal, un medio para acortar distancias, un instrumento académico y de almacenamiento de información, una enciclopedia gigante. Pero el hombre en su afán de pervertir al universo, ha tomado partido, convirtiéndolo en un medio para extorsionar, un instrumento para robar, un espacio virtual donde se trafica información de carácter personal invadiendo la privacidad de muchos, se ha utilizado para crear redes de prostituciónn infantil, un lugar para comprar, vender y regalar sexo como si fuera una mercancía. La risa se ha convertido en un pequeño bloque de palabras, un beso o una emoción es ahora un emoticón colorido y pare usted de contar las atrocidades que han surgido a partir de la creación de Internet.
Podría extenderme describiendo una gran cantidad de creaciones humanas, hechas mierda por nuestra propia teoría del Caos pero no valdría la pena gritarle al oído sordo de la humanidad.
Johnn Jairo Castaño.
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